Conociéndonos a Nosotros Mismos: La Fuerza de la Mente y el Autocontrol en la enfermedad.

Publicado el 6 de octubre de 2024, 23:32

La vida puede presentar desafíos inesperados, y recibir un diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa incurable es, sin duda, uno de los más difíciles. Mi experiencia personal en el hospital, tras más de 15 días de tratamiento, hace ya casi 10 años, me dejó una valiosa lección sobre la importancia de conocerse a uno mismo y el poder que tenemos en nuestra mente. Cuando el médico se despidió diciendo: “...y si ves arañas subiendo por la pared, no te preocupes, puede ser la medicación”, respondí con ironía: “gracias, ahora me voy mucho más tranquila”.

Este momento refleja la conexión crítica y la confianza que deben existir entre el paciente y el médico. Cada individuo es único, y no todos tenemos la capacidad de filtrar o canalizar ciertos comentarios que pueden ser dañinos o contraproducentes. Un trato individualizado y personalizado es fundamental, ya que un mal comentario puede dejar huellas profundas.

Es esencial encontrar a un buen profesional que no solo escuche, sino que también respete y entienda nuestras inquietudes. El autoconocimiento y la fe en nuestra propia fortaleza son herramientas poderosas que pueden contribuir a nuestra recuperación. Aunque nunca llegué a ver arañas en la pared, unos años más tarde experimenté alucinaciones que surgieron por no ser escuchada por otro médico. Esta doctora, al ignorar mis preocupaciones y presionarme a tomar un tratamiento que no sentía adecuado con el que no quise continuar por su horrible efecto alucinógeno, lo tomó de manera personal y nunca más me volvió a citar. Sin embargo, gracias a ello, conocí al que ahora es mi doctor, quien ha sabido armonizar mi tratamiento con mi estilo de vida y mis creencias.

Enfrentar la enfermedad es difícil, pero rodearse de quienes nos motivan y potencian nuestras capacidades puede hacer toda la diferencia. La magia de la dedicación y la buena intención en la medicina puede contrarrestar el daño que la falta de profesionalidad a veces causa. Así que, elijamos sabiamente a quienes nos rodean y celebremos la fortaleza interior. Para amargarse, tenemos la enfermedad; elijamos el camino de la esperanza y la superación.

Para mi, sin duda, la mejor medicina. 

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Comentarios

John H V
hace un año

¡Totalmente de acuerdo contigo!

Diana
hace un año

Recuerdo cuando una médico súper empática me dijo: " no andas así por el esguince, no te engañes"... y ahí empezó mi lucha...¿no había otras palabras más empáticas? Me cayó como una herramienta de agua fría y me fui a mi neuróloga 🙃

Marie
hace un año

Powerful words!